Descubre el impacto de la dieta vegana en tu inteligencia. Explora la relación entre el veganismo y la salud cerebral. Obtén información clave para tomar decisiones informadas sobre tu bienestar en este artículo de Fattaché.
¿Es el veganismo una opción para mantener una salud y peso adecuados?
Como costumbre, en Fattaché no dejamos de seguir la pista a artículos y estudios que puedan aportar otros puntos de vista a una sana y correcta alimentación. Siempre preocupados por tu salud y la de los que te rodean, vamos explorando diferentes temas. Hoy nos ha parecido interesante darte a conocer algunas consideraciones sobre el veganismo como forma de alimentación. Es por ello que espero que leas este artículo con el interés de que puedas tener un conocimiento más amplio de la opción vegana en la alimentación como una forma de vida alternativa.
¿Están tu salud y tu inteligencia en riesgo con una dieta vegana?
La dieta vegana ha ganado popularidad en los últimos años, con un crecimiento significativo en la cantidad de personas que optan por un estilo de vida libre de productos de origen animal.

Sin embargo, surge la pregunta de cómo esta elección puede afectar a la química de nuestro cuerpo e, incluso, a la química de nuestro cerebro, dada la falta de nutrientes esenciales que, en principio, se podría asociar con una dieta omnívora en relación a una dieta de componentes sola, única y exclusivamente de origen vegetal.
En este artículo nos hemos propuesto explorar la relación entre la dieta vegana y las diferentes funciones de nuestro cuerpo y de nuestro cerebro, así como las precauciones que, de ser el caso, habrían de tomarse para, ante todo, mantener un equilibrio nutricional.
Volviendo al origen de nuestra dieta… y de nuestra especie
Para entender mejor esta cuestión es fundamental explorar el vínculo entre la evolución de la inteligencia humana y la ingesta de alimentos a lo largo de la historia.
Los antropólogos han sostenido que la evolución de nuestros cerebros y, por tanto, de funciones cognitivas cada vez más avanzadas son producto de la incorporación del consumo de carne, pescado o moluscos entre otros alimentos de origen animal ricos en nutrientes considerando este como el factor fundamental para el desarrollo del cerebro humano. A medida que el cerebro se hizo cada vez más y más exigente en términos de demanda energética —consumiendo, por cierto, alrededor del 20% de nuestras calorías diarias a pesar de representar solo el 2% del peso corporal— una parte de la comunidad científica se ha preguntado si la dieta vegana actual puede llegar a satisfacer las necesidades de este órgano que, a fin de cuentas, es el que regula toda la actividad del organismo.
Al explorar la relación entre la dieta vegana y la función cerebral, es esencial abordar las brechas nutricionales en las dietas basadas en plantas y su potencial impacto en las funciones cognitivas. Para que una dieta vegana sea exitosa y saludable, la educación y la planificación adecuada son fundamentales. En este contexto, es crucial examinar los riesgos de deficiencias nutricionales, entre los cuales se incluyen algunos casos impactantes de niños cuyo desarrollo cerebral se ha visto afectado debido a la falta de nutrientes esenciales en dietas veganas mal informadas.
La inteligencia y la dieta ancestral
Tal como hemos expuesto anteriormente, a lo largo de la historia, nuestros antepasados habrían incorporado a su dieta alimentos de origen animal como la carne y el pescado, alimentos ricos en nutrientes esenciales. Esto plantea una pregunta crucial: ¿puede una dieta vegana, que excluye por completo los productos de origen animal, proporcionar los nutrientes necesarios para mantener un cerebro saludable y altamente funcional?
Es esencial explorar a fondo las implicaciones de las brechas nutricionales en las dietas basadas exclusivamente en plantas y su posible impacto en el desarrollo de nuestras funciones cognitivas y, por ende, en nuestra inteligencia. Nutrientes cruciales como la vitamina B12, la creatina, los ácidos grasos omega-3 y otros elementos son más abundantes en alimentos de origen animal. A lo largo de este segmento, examinaremos los riesgos de deficiencias nutricionales relacionadas con el déficit de consumo de estos nutrientes y cómo estas carencias podrían afectar nuestra capacidad de pensamiento y razonamiento.
Brechas nutricionales en dietas basadas en plantas

Las brechas nutricionales en las dietas basadas exclusivamente en alimentos de origen vegetal plantean así un desafío importante para aquellos que optan por ella. Se ha señalado que algunos nutrientes esenciales para el funcionamiento óptimo del cerebro como son la vitamina B12, la creatina, la carnosina, la taurina, los ácidos grasos omega-3 EPA y DHA, el hierro hemo y la vitamina D3, se encuentran en cantidades significativamente más bajas en alimentos de origen vegetal con concentraciones escasas o prácticamente inexistentes en alimentos de origen vegetal
De hecho, la vitamina B12, la cual es fundamental para el normal funcionamiento en el ser humano del cerebro, del sistema nervioso, y para la formación de la sangre y de otras proteínas se encuentra en concentraciones adecuadas en productos de origen animal como el pescado, la carne, los huevos, la leche y otros productos lácteos siendo las almejas y el hígado de res dos de las mejores fuentes de vitamina B12. Una dieta vegana, para incluir el aporte necesario y fundamental de esta vitamina opta, por lo general, en consumirla en forma de cápsulas o pastillas elaboradas en laboratorios químicos o farmacéuticos ya que con el consumo de verduras y frutas no se consigue reforzarla por sí sola.
Esto genera preocupaciones legítimas sobre la capacidad de una dieta vegana para proporcionar todos los nutrientes necesarios para mantener un cerebro saludable.
Educación y equilibrio nutricional
Mantener una dieta vegana de manera saludable requiere, pues, una comprensión profunda de los nutrientes que pueden ser escasos en alimentos de origen vegetal. Esto implica tomar decisiones informadas sobre la elección de alimentos ricos en estos nutrientes esenciales. La consideración de suplementos nutricionales puede ayudar a prevenir deficiencias.
La educación y la planificación cuidadosa de la alimentación son fundamentales para aprovechar todos los beneficios de un estilo de vida vegano sin comprometer nuestra salud física en general y nuestras funciones cognitivas en particular. Al comprender las necesidades nutricionales específicas de una dieta vegana y aprender a seleccionar alimentos ricos en los nutrientes esenciales que a menudo son escasos en productos de origen vegetal, los veganos pueden asegurarse de que su elección de estilo de vida sea saludable y sostenible.

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Otros posibles efectos de una dieta vegana sobre nuestra salud física
La escritora Lierre Keith, feminista y ecologista, autora de El mito vegetariano, fue vegana siendo fiel a su creencia en su momento de que la solución para mejorar la alimentación, la salud y combatir los daños que sufre el medio ambiente residía en los vegetales; para ella era algo indudable. Keith se agarró a esa idea como algo irrefutable durante los 20 años que fue vegana, hasta que su cuerpo dijo basta. La autora de El mito vegetariano, esgrimió su principal razón para escribir el libro: su deteriorada salud. Según ella expone, tras años de dieta vegana desarrolló una enfermedad degenerativa articular (espondilosis) que la acompañará el resto de su vida.
A eso había que sumarle episodios de hipoglucemia, agotamiento, náuseas, ansiedad, depresión, desaparición de la regla… Síntomas que se encarga de ligar a las deficiencias de su dieta en las páginas del libro. Y ¿por qué culpa a la alimentación vegana de todas sus enfermedades?, porque según ella misma expone, algunas de sus dolencias desaparecieron por completo y, las con las que no lo hicieron, una vez abandonado el veganismo, le provocan menos sufrimiento porque también los dolores han disminuido. Incluso afirma que es habitual que otros veganos y exveganos le escriban exponiéndole las mismas circunstancias de apariciones de síntomas y enfermedad o desapariciones y alivios en caso de abandono de dietas estrictamente veganas.
Explorando la conexión entre dieta vegana e inteligencia: conclusiones
La relación entre la dieta vegana y la salud y desarrollo de la inteligencia en seres humanos es un tema de debate en constante evolución. Aunque existen preocupaciones sobre las posibles deficiencias nutricionales, la elección de una dieta vegana puede ser saludable y sostenible siempre que, con la educación y la planificación adecuadas, se aporte al organismo aquellos nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del cuerpo y, por ende, de la mente.
La clave está en mantener un equilibrio nutricional y asegurarse de que todas las necesidades del cuerpo, incluido el cerebro, estén cubiertas. Si optas por una dieta vegana, es esencial consultar a un profesional de la salud o dietista para garantizar que obtengas los nutrientes esenciales para mantener tu salud de forma óptima.
En última instancia, una dieta vegana puede ser una opción viable, siempre que se aborde con responsabilidad y se tomen las medidas necesarias para mantener la salud y la inteligencia.
Veganismo, salud e inteligencia: recursos
La dieta vegana, baja en nutrientes esenciales como B12, hierro, colina y creatina presentes en productos animales, plantea preocupaciones sobre posibles efectos en la salud cerebral. La suplementación es necesaria, pero se requiere más investigación para comprender completamente los impactos. Aunque es factible llevar una vida vegana saludable con atención a la nutrición, se destaca la importancia de la planificación adecuada.
Lierre Keith, autora de El mito vegetariano, cuestiona la creencia vegana de que la agricultura es más ecológica y saludable. Keith sostiene que la agricultura industrial es destructiva y que la agricultura es “carnívora”, ya que consume ecosistemas enteros.
La vitamina B12 es crucial para la salud y no solo se encuentra en carne, pescado, huevos y lácteos, sino también en cantidades aceptables en ciertas frutas y verduras. Se destaca la advertencia sobre problemas de salud debido a la deficiencia de B12, mencionando ejemplos específicos de frutas y verduras con trazas de la vitamina. Se sugiere considerar suplementos para reforzar la ingesta y se proporciona información adicional sobre propiedades y beneficios de estas fuentes.
La vitamina B12 es esencial para la salud de las neuronas y la sangre, y contribuye a la formación del ADN. Ayuda a prevenir la anemia megaloblástica. La cantidad diaria recomendada varía según la edad. Se encuentra en alimentos de origen animal y en algunos productos fortificados.